No me parece que pueda operar un lugar así por más de 10 años sin la complicidad del grupo político en el poder. Lo único que queda es la sociedad civil desamparada frente a los grupos políticos o criminales con poder.
Agradezco haya dedicado esta videoconferencia al fenómeno Teuchitlán.
Enfatizo en algunos aspectos del asunto y formulo dos preguntas al final.
Los actos de barbarie extrema no son nuevos ni recientes en nuestro País, la destrucción total del enemigo tampoco y de la premeditada intencionalidad del acto tenemos al menos dos momentos: Tijuana y Teuchitlán. Este no se parece a aquel en dos aspectos importantes, la magnitud del daño y los restos de él.
Me parece pésimo lugar común corear la supuesta normalización del terror o la permisividad y tolerancia de la gente. La gente ni normaliza ni permite, hace lo que los alemanes o los soviéticos del común, decentes, hicieron tolerar, callar y combatir, sí, combatir denunciando: ¿sabemos cuántas denuncias anónimas desatendidas tiene el estado?, no, pero sí sabemos que las madres buscadoras, obsesivas portadoras de nuestra dignidad humana, encarnan la denuncia social y que reciben denuncias anónimas, algunas no saboteadas las autoridades fructifican. Esta en una de ellas.
No hay protesta social porque en ningún tiempo y lugar la ha habido, es un evento social rarísimo. Cuando la hay es porque es alentada, organizada y pagada por profesionales, los políticos y porque nuestra cobarde clase política y nuestra huidiza cleresía (los intelectuales y los medios) permiten y toleran que AMLO haya monopolizado la manifestación y los recursos para realizarla.
Ya la presidente dio claras muestras públicas de su opción preferida, declararse ignorante. Si el estado quisiera señalar que hay un límite hoy sería el momento y para marcarlo empezaría campaña de promoción de la denuncia y de revisión sistemática y sería de la verosimilitud de lo denunciado y de información cotidiana, sistemática y veraz de problemas y logros. Indispensable en ese curso sería que fueran desaforadas las autoridades locales que conocieron las primeras denuncias de Teuchitlán y les fuese tomada declaración judicial de lo ocurrido y, naturalmente tendría que iniciarse proceso contra probables contuberniados con lo criminal en Sinaloa, Tamaulipas y Morelos.
Pregunto dos inquietudes. ¿Por qué dejaron la evidencia material, zapatos, ropa, maletas? Y, los destruidos en Teuchitlán fueron los pocos de un total, ¿Dónde está el resto, donde los demás?
Aparte de constatar, una vez más, la total subordinación de todos los órdenes de gobierno a los narcos, es necesario saber quién fue el grupo de monstruos que urdieron esta nueva bestialidad.
También es necesario saber los medios con los que las hienas consiguieron a sus desdichadas víctimas, para tratar de que la gente evite ponerse en las garras de semejante pandilla infernal.
Querido Daniel, qué buena lectura política haces. Me enteré después de grabar el video que la GN, en efecto, ya sabía. La pregunta entonces es quién lo filtró y por qué. Respecto a si es o no nuevo, me refiero al grado industrial. Aunque es un país muy salvaje desde hace siglos, no recuerdo algo así, tan sistemático.
No me parece que pueda operar un lugar así por más de 10 años sin la complicidad del grupo político en el poder. Lo único que queda es la sociedad civil desamparada frente a los grupos políticos o criminales con poder.
De acuerdo, Carmen.
Agradezco haya dedicado esta videoconferencia al fenómeno Teuchitlán.
Enfatizo en algunos aspectos del asunto y formulo dos preguntas al final.
Los actos de barbarie extrema no son nuevos ni recientes en nuestro País, la destrucción total del enemigo tampoco y de la premeditada intencionalidad del acto tenemos al menos dos momentos: Tijuana y Teuchitlán. Este no se parece a aquel en dos aspectos importantes, la magnitud del daño y los restos de él.
Me parece pésimo lugar común corear la supuesta normalización del terror o la permisividad y tolerancia de la gente. La gente ni normaliza ni permite, hace lo que los alemanes o los soviéticos del común, decentes, hicieron tolerar, callar y combatir, sí, combatir denunciando: ¿sabemos cuántas denuncias anónimas desatendidas tiene el estado?, no, pero sí sabemos que las madres buscadoras, obsesivas portadoras de nuestra dignidad humana, encarnan la denuncia social y que reciben denuncias anónimas, algunas no saboteadas las autoridades fructifican. Esta en una de ellas.
No hay protesta social porque en ningún tiempo y lugar la ha habido, es un evento social rarísimo. Cuando la hay es porque es alentada, organizada y pagada por profesionales, los políticos y porque nuestra cobarde clase política y nuestra huidiza cleresía (los intelectuales y los medios) permiten y toleran que AMLO haya monopolizado la manifestación y los recursos para realizarla.
Ya la presidente dio claras muestras públicas de su opción preferida, declararse ignorante. Si el estado quisiera señalar que hay un límite hoy sería el momento y para marcarlo empezaría campaña de promoción de la denuncia y de revisión sistemática y sería de la verosimilitud de lo denunciado y de información cotidiana, sistemática y veraz de problemas y logros. Indispensable en ese curso sería que fueran desaforadas las autoridades locales que conocieron las primeras denuncias de Teuchitlán y les fuese tomada declaración judicial de lo ocurrido y, naturalmente tendría que iniciarse proceso contra probables contuberniados con lo criminal en Sinaloa, Tamaulipas y Morelos.
Pregunto dos inquietudes. ¿Por qué dejaron la evidencia material, zapatos, ropa, maletas? Y, los destruidos en Teuchitlán fueron los pocos de un total, ¿Dónde está el resto, donde los demás?
Muy buenas preguntas y acotaciones, don Gerardo.
Aparte de constatar, una vez más, la total subordinación de todos los órdenes de gobierno a los narcos, es necesario saber quién fue el grupo de monstruos que urdieron esta nueva bestialidad.
También es necesario saber los medios con los que las hienas consiguieron a sus desdichadas víctimas, para tratar de que la gente evite ponerse en las garras de semejante pandilla infernal.
Querido Daniel, qué buena lectura política haces. Me enteré después de grabar el video que la GN, en efecto, ya sabía. La pregunta entonces es quién lo filtró y por qué. Respecto a si es o no nuevo, me refiero al grado industrial. Aunque es un país muy salvaje desde hace siglos, no recuerdo algo así, tan sistemático.
Pues justamente de esto que dices es la columna mañana, así que no diré nada más para seguir la conversación entonces...