Raudel Ávila contesta el ensayo reciente de Carlos Matienzo titulado "La derecha a la espera del PAN", a propósito del relanzamiento de ese partido este fin de semana.
Bien dicho por Raudel Ávila. Los intelectuales suelen perderse en sus propios laberintos. Son temas sin duda importantes para un análisis académico y filosófico, pero tienen muy poco que ver con la política real y ganar elecciones.
Hablando de realidades, aprovecho para sembrar una serie de provocaciones que me parece que merecen ser discutidas.
Con el poder “legal” e ilegal que posee Morena y la absoluta falta de escrúpulos que ha demostrado en los hechos, ¿puede la oposición realmente ganar unas elecciones?
¿Será que las marchas multitudinarias que ha organizado la oposición no han tenido éxito porque quienes marchan parecen más paseantes que manifestantes furiosos dispuestos a luchar?
¿Con la pureza que pretende la oposición (nosotros no somos como ellos), y su falta de acción práctica en el terreno, realmente puede causar algo más que risa en Morena?
Qué gran luz se da cuando se contrastan distintas ideas. Gracias a ambos. Y me quedó con la parte de que se debe hacer política a nivel de banqueta, yo era pequeño pero mi padre anduvo allá por finales de los 80’s haciendo listas de vecinos que medio se interesaban por votar por el PAN, era el Cd Juárez de Pancho Barrio; incluso recuerdo haber estado grapando plásticos a palos de madera para las banderolas que se repartían en los mítines y/o caravanas. De unos años para acá ver a “panistas” pasar por buena ondita tratando de competir en ver quien propone lo más estúpido, me provoca una terrible decepción y una sensación de cierta culpa por no participar más activamente y creer que con estar medianamente enterado por fuera de los canales de propaganda, es suficiente. Reinicia la brega de eternidad como diría el paisano.
El artículo escrito por Carlos Matienzo al que se da respuesta, solo me generó más dudas…
Yo siempre he votado PAN y hoy por fin entendí que necesita ese partido para obtener buenos resultados.
Pero también soy consciente que con la estructura que ha logrado MORENA, el trabajo de la oposición se vuelve sumamente complicado y cada día más desacertado.
Que terrible épica vive el mundo y México ni se diga…
La lucha contra los abusos autoritarios de la CUARTA TRANSFORMACION deben continuar sin dar tregua…
Su afirmación: "Cuando uno habla con muchos panistas de cualquier época o región, dicen que el priísmo nunca ganó una sola elección. Que siempre cometió fraude. No se puede discutir con esa postura ridícula", es inexacta y de hecho es tendenciosa. En primer lugar, esa es opinión de mucha gente joven hoy y que obedece a la ignorancia, pero sobre todo los morenistas y allí sí son casi todos. Si habla con un panista de los viejos (hágalo), desde luego que no es lo que le va a decir.
Queda claro que el Sr. Ávila es de izquierda, pero bien portada y pragmática. Problema, esa izquierda gobernó a México durante buena parte del prirratismo y en el breve interludio panista (desde el porfiriato, en el país jamás volvió a haber liberalismo económico). ¿Hay otra opción izquierdista viable para México? ¿Una que no termine, como está terminando en occidente, en desvaríos ideológicos, ineptitud supina y corrupción sideral?
Mientras el crecimiento económico decaía hasta coagularse, el Sr. Ávila y los suyos insistieron que el más alto fin político del país era buscar una mayor igualdad económica y remediar los agravios atávicos de distintos grupos sociales. Antes de la “paguitas” aniquiladoras de la 4T, los gobiernos socialistas mexicanos previos a López tuvieron éxito en reducir la desigualdad de ingresos. También llenaron de dinero a las zonas más pobres del país, en particular los estados del sur. Esperamos del Sr. Ávila la justificación de robar recursos del 80% de la población (dando por sentado el aserto muy cuestionable de que los indígenas componen el 20% restante). Los billones de pesos en transferencias solamente mantuvieron a esas personas en el atraso, la postración y la sumisión a sus amos políticos, primero prirratas y ahora morerratas.
El Sr. Ávila atinadamente establece que las maquinarias electorales son las que ganan elecciones. Que las ideas no sirven de nada en la contienda electoral. Cierto, las personas viven en el mundo y tienen necesidades materiales. Sin embargo, la historia demuestra que la gente se moviliza por ideas y que, inclusive, puede atentar contra sus propias conveniencias materiales por avanzarlas. Vaciados de plataforma ideológica, ¿cuál sería la diferencia entre uno y otro partido político? Temo, en el fondo, que el Sr. Ávila desprecie a las personas y las considere poco más que ovejas que no dan problemas a quien las esquilma y devora.
Hijole, y para terminar, afirmar que los tibios, incompetentes y corruptos socialdemócratas del PP y los Conservadores británicos son “de extrema derecha” rebasa lo temerario y entra en lo delirante.
¿A qué liberales se referirán Matienzo y Ávila cuando hacen referencia a ellos? Porque el PAN no se caracteriza por ser un partido liberal. Probablemente el error de los liberales consista en eso, en creer que se puede influir sólo desde el análisis y la crítica sin tener que hacer política. Decir que los liberales se desentendieron del problema de la desigualdad, es dar la razón a la postura ideológica de la izquierda, con sus propuestas estatistas y clientelares que los liberales, en la discusión pública, siempre combatieron. Pienso, además, que desde los partidos sí es necesaria una batalla cultural, si no con las grandes ideas de connotados intelectuales, si con los viejos y nuevos mitos que MoReNa recogió del viejo PRI: el estatismo, la cultura anti empresarial, el discurso petrolero y los propios: como los supuestos fraudes electorales a AMLO o que el neoliberalismo fue el causante de la desigualdad, temas muy arraigados en la cultura política debido al largo adoctrinamiento priista y a la propaganda morenista. El retorno a la institucionalidad democrática requiere una mínima cultura democrática que le permita sobrevivir a los demagogos y populistas de toda la vida.
Bien dicho por Raudel Ávila. Los intelectuales suelen perderse en sus propios laberintos. Son temas sin duda importantes para un análisis académico y filosófico, pero tienen muy poco que ver con la política real y ganar elecciones.
Hablando de realidades, aprovecho para sembrar una serie de provocaciones que me parece que merecen ser discutidas.
Con el poder “legal” e ilegal que posee Morena y la absoluta falta de escrúpulos que ha demostrado en los hechos, ¿puede la oposición realmente ganar unas elecciones?
¿Será que las marchas multitudinarias que ha organizado la oposición no han tenido éxito porque quienes marchan parecen más paseantes que manifestantes furiosos dispuestos a luchar?
¿Con la pureza que pretende la oposición (nosotros no somos como ellos), y su falta de acción práctica en el terreno, realmente puede causar algo más que risa en Morena?
Me da gusto que se respondan entre los escritores de este espacio, esto enriquece y da conocimiento a todos. Saludos.
Qué gran luz se da cuando se contrastan distintas ideas. Gracias a ambos. Y me quedó con la parte de que se debe hacer política a nivel de banqueta, yo era pequeño pero mi padre anduvo allá por finales de los 80’s haciendo listas de vecinos que medio se interesaban por votar por el PAN, era el Cd Juárez de Pancho Barrio; incluso recuerdo haber estado grapando plásticos a palos de madera para las banderolas que se repartían en los mítines y/o caravanas. De unos años para acá ver a “panistas” pasar por buena ondita tratando de competir en ver quien propone lo más estúpido, me provoca una terrible decepción y una sensación de cierta culpa por no participar más activamente y creer que con estar medianamente enterado por fuera de los canales de propaganda, es suficiente. Reinicia la brega de eternidad como diría el paisano.
Que gran artículo!
Profundo y práctico a la vez.
El artículo escrito por Carlos Matienzo al que se da respuesta, solo me generó más dudas…
Yo siempre he votado PAN y hoy por fin entendí que necesita ese partido para obtener buenos resultados.
Pero también soy consciente que con la estructura que ha logrado MORENA, el trabajo de la oposición se vuelve sumamente complicado y cada día más desacertado.
Que terrible épica vive el mundo y México ni se diga…
La lucha contra los abusos autoritarios de la CUARTA TRANSFORMACION deben continuar sin dar tregua…
Su afirmación: "Cuando uno habla con muchos panistas de cualquier época o región, dicen que el priísmo nunca ganó una sola elección. Que siempre cometió fraude. No se puede discutir con esa postura ridícula", es inexacta y de hecho es tendenciosa. En primer lugar, esa es opinión de mucha gente joven hoy y que obedece a la ignorancia, pero sobre todo los morenistas y allí sí son casi todos. Si habla con un panista de los viejos (hágalo), desde luego que no es lo que le va a decir.
Queda claro que el Sr. Ávila es de izquierda, pero bien portada y pragmática. Problema, esa izquierda gobernó a México durante buena parte del prirratismo y en el breve interludio panista (desde el porfiriato, en el país jamás volvió a haber liberalismo económico). ¿Hay otra opción izquierdista viable para México? ¿Una que no termine, como está terminando en occidente, en desvaríos ideológicos, ineptitud supina y corrupción sideral?
Mientras el crecimiento económico decaía hasta coagularse, el Sr. Ávila y los suyos insistieron que el más alto fin político del país era buscar una mayor igualdad económica y remediar los agravios atávicos de distintos grupos sociales. Antes de la “paguitas” aniquiladoras de la 4T, los gobiernos socialistas mexicanos previos a López tuvieron éxito en reducir la desigualdad de ingresos. También llenaron de dinero a las zonas más pobres del país, en particular los estados del sur. Esperamos del Sr. Ávila la justificación de robar recursos del 80% de la población (dando por sentado el aserto muy cuestionable de que los indígenas componen el 20% restante). Los billones de pesos en transferencias solamente mantuvieron a esas personas en el atraso, la postración y la sumisión a sus amos políticos, primero prirratas y ahora morerratas.
El Sr. Ávila atinadamente establece que las maquinarias electorales son las que ganan elecciones. Que las ideas no sirven de nada en la contienda electoral. Cierto, las personas viven en el mundo y tienen necesidades materiales. Sin embargo, la historia demuestra que la gente se moviliza por ideas y que, inclusive, puede atentar contra sus propias conveniencias materiales por avanzarlas. Vaciados de plataforma ideológica, ¿cuál sería la diferencia entre uno y otro partido político? Temo, en el fondo, que el Sr. Ávila desprecie a las personas y las considere poco más que ovejas que no dan problemas a quien las esquilma y devora.
Hijole, y para terminar, afirmar que los tibios, incompetentes y corruptos socialdemócratas del PP y los Conservadores británicos son “de extrema derecha” rebasa lo temerario y entra en lo delirante.
Excesivamente denso . Me faltan elementos . Gracias Raudel .
¿A qué liberales se referirán Matienzo y Ávila cuando hacen referencia a ellos? Porque el PAN no se caracteriza por ser un partido liberal. Probablemente el error de los liberales consista en eso, en creer que se puede influir sólo desde el análisis y la crítica sin tener que hacer política. Decir que los liberales se desentendieron del problema de la desigualdad, es dar la razón a la postura ideológica de la izquierda, con sus propuestas estatistas y clientelares que los liberales, en la discusión pública, siempre combatieron. Pienso, además, que desde los partidos sí es necesaria una batalla cultural, si no con las grandes ideas de connotados intelectuales, si con los viejos y nuevos mitos que MoReNa recogió del viejo PRI: el estatismo, la cultura anti empresarial, el discurso petrolero y los propios: como los supuestos fraudes electorales a AMLO o que el neoliberalismo fue el causante de la desigualdad, temas muy arraigados en la cultura política debido al largo adoctrinamiento priista y a la propaganda morenista. El retorno a la institucionalidad democrática requiere una mínima cultura democrática que le permita sobrevivir a los demagogos y populistas de toda la vida.
Ojalá que nuestros actores políticos valoren este excelente análisis..
1. El querido Matienzo merece respuesta.
2. Avila tiene tantas lecturas como Matienzo. Eso está claro.
3. Ha en Avila un "Yo también, en lo absoluto" que hace inútil su texto; tanto como "comprensible pero lamentable.
5. Movimientismo electoral no es estructura política, pero están en eso y si avanzan de desmoronan
4. El partido que merecemos ya lo tenemos y con excepciones lo hemos tenido, vamos por uno que construya futuro.
Habrá partido de grandes brincos o de avances lentos por encima de polarización.
5. Matienzo merece una respuesta.
Corrección, no es épica, es ÉPOCA