Pax narca y negocio
El Tabasco de Adán Augusto fue un laboratorio local que sirvió como señuelo nacional con conocimiento del presidente López Obrador.
Les tengo un dato sorprendente sobre la gestión de Adán Augusto López como gobernador de Tabasco. Resulta que tan pronto entró y nombró a su secretario de seguridad, el hoy prófugo Hernán Bermúdez, conocido como el Comandante H, líder del grupo criminal llamado La Barredora, el asesinato en Tabasco se desplomó a la mitad de lo que estaba. O sea, el estado se pacificó milagrosamente por unos años. Esta gráfica de nuestros amigos de DataInt muestra muy clara la baja mientras estuvo al frente Bermúdez.
¿Pero qué creen que pasó cuando salió? El asesinato no sólo regresó sino que creció en 330%, como también muestra la gráfica en el pico final, y tiene hoy a Tabasco sumido en una espiral de violencia que se ha desbordado a Chiapas.
La conclusión de los expertos en seguridad es un poco obvia: mientras estaba Adán Augusto había una pax narca, o sea, un pacto con el crimen organizado donde las autoridades dejan operar o incluso participan en el negocio, a cambio de relativa paz.
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