La hipocresía de Estados Unidos en temas de seguridad y narcotráfico es fastidiosa por desfachatada. En su cuento, los criminales mexicanos envenenan a sus jóvenes y destruyen comunidades. Allá no hay narcotráfico: quién sabe cómo llegan millones de dosis de la frontera a todo el territorio. Tampoco hay tráfico de armas de alto poder hacia México. Si no…
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