La Corte de feria y el fin de la República
Hay más de mil cuatrocientos cuarenta pendientes para la nueva Corte impuesta. Una Corte funcional la tendría difícil. Pero aquí no se trata de resolver.
Este 1 de septiembre de 2025 entró en funciones la nueva Suprema Corte de Justicia: la de los acordeones, la aptitud ausente y los bastones de mando. La perspectiva no es optimista: se anticipan demagogia, uso político del derecho y formas sin fondo. Desde su primer acto se marcó el tono: en un régimen que condena la apropiación cultural, nueve ministros mestizos participaron en una ceremonia de “purificación” indígena, como si el humo pudiera limpiar lo que en realidad es una captura política del Poder Judicial. No fue un acto protocolario más, sino el inicio de un tribunal reducido, sin salas especializadas y con perfiles seleccionados más por su lealtad que por su especialidad, experiencia u obra doctrinal.
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