El elemento religioso en Morena es inequívoco para el observador más despistado. Salvo para los adeptos, que habitualmente lo niegan –con una mezcla de sensatez y sobriedad ensayada, como si en cierto grado fuesen conscientes del engaño y en el fondo les produjese ignominia–, hay un evidente ingrediente clerical. ¿Es Morena un fenómeno exclusivamente po…
Substack es el hogar de la gran cultura




