En la última videocolumna del 2024, una reflexión ambivalente sobre la atmósfera mediática. Por un lado, los medios tradicionales —públicos y privados— están cada vez en peores condiciones. Si no es censura y cierre abrupto de programas sin mayor explicación, es su uso para la propaganda más desfachatada, que ya roza en el culto a la personalidad. Vean por favor el caso del Canal Once. Por el otro, Disidencia pasa la prueba inicial del tiempo gracias a sus suscriptores, un modelo editorial que desafía la matriz histórica de México y vale la pena fomentar en aras de la libertad de expresión.
Aviso: la videocolumna de Disidencia regresa el 9 de enero. Feliz Navidad y mis mejores deseos para el próximo año.
Comparte este post