El uniforme por dentro
Voyeur de Venal repasa, con calendario en mano, los pasos que nos trajeron hasta aquí para advertir el futuro.
A finales de los años noventa, se produce la primera deserción masiva de militares con entrenamiento especializado. Nace así el grupo de los Zetas, en un inicio el brazo armado del Cártel del Golfo y luego una organización independiente. El precedente estaba marcado: la fuerza del Estado comenzaba a militarizar también al crimen.
En 2000, con la alternancia política y la llegada de Vicente Fox, el gobierno federal abandona los antiguos equilibrios con los cárteles. El crimen organizado crece a sus anchas, diversifica sus operaciones y se infiltra con eficacia en lo local.
En 2006, Felipe Calderón hereda un escenario de alta inestabilidad: los cárteles ya forman parte estructural de varios gobiernos estatales. Decide entonces sacar al Ejército de sus cuarteles y declararle la guerra al crimen organizado. Bajo esa bandera, las Fuerzas Armadas no sólo combaten: también deciden a quién enfrentar, a quién tolerar, y a quién dejar expandirse. La institución se convierte en árbitro territorial.
En 2012, regresa el PRI con Enrique Peña Nieto. El presidente conserva la línea de Calderón, pero relega a la policía federal y mantiene al Ejército como único operador en temas de seguridad. La Marina participa esporádicamente. La Fiscalía queda reducida a una ventanilla de trámites judiciales.
En 2018, llega al poder Andrés Manuel López Obrador con eslóganes suaves y pactos firmes. Les cumple a sus financiadores y entrega al Ejército no sólo la interlocución con el crimen organizado, sino algo más: poder institucional, presupuesto histórico, control de aduanas, carreteras, puertos y seguridad pública, vía reformas constitucionales. A la Marina le otorga sus propias tajadas para no incomodar a los socios ni fracturar la alianza armada. Se inicia, así, el sexenio más violento de la historia contemporánea.
Y entonces llega Claudia Sheinbaum:
Suscríbete por menos de $20 pesos a la semana para seguir leyendo y recibe podcast, plumas invitadas, columnas y conversatorios en vivo.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Disidencia para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.