El reconocimiento de Palestina
La farsa diplomática de los reconocimientos no cambia nada.
Toda persona de buena fe sabe que la única respuesta a la cuestión de Israel y Palestina reside en la solución de los dos Estados. No obstante, toda persona inteligente sabe que en este momento y en el futuro inmediato, esa solución es imposible. No existen condiciones internas ni externas para conseguir esa meta.
En estos días, algunas democracias occidentales reconocieron a Palestina como un Estado, pero, fuera de la documentación jurídica, en los hechos la situación sobre el terreno sigue siendo la misma. La Autoridad Nacional Palestina permanece en pie, pero como una estructura endeble, poco seria, indisciplinada, absolutamente incompetente y altamente corrupta, incapaz de establecer control territorial pleno, ya no digamos de constituir un gobierno digno de ese nombre. Algo así como Morena, pero sin narcotraficantes…
Por desgracia, la verdadera fuerza política y territorial en Palestina es Hamas, una organización terrorista integrada por fanáticos sanguinarios, por más que la izquierda mundial se empeñe en defenderla.
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