El maquinismo tanatrópico de Nick Land
El deseo de muerte de la Ilustración Oscura y su relación con el trumpismo. Escribe Ángel Jaramillo en su columna sabatina.
Muchos críticos de Trump ven en sus acciones como gobernante el producto de una mente desquiciada. Los acostumbrados a pensar en términos de la economía clásica, consideran su guerra arancelaria como un acto irracional que llevará a la hiperinflación y, muy probablemente, a la recesión económica global. Algo hay de eso, sin duda.
Pero sus acciones —y no sólo las de carácter económico— podrían deberse a un deseo de liquidar el orden establecido, sin necesariamente colocar algo en su lugar: nihilismo en el Potomac.
En una primera instancia parecería que la política arancelaria de Trump busca reindustrializar a Estados Unidos, canalizando inversiones del exterior para el desarrollo de nuevas plantas industriales y superindustriales. Aparentemente quienes tendrán la voz cantante en todo esto serán los oligarcas conservadores de Silicon Valley, como Elon Musk o Peter Thiel, que ahora poseen tres grandes poderes: el mediático, el económico y el político.
Mientras Musk es un gran emprendedor, Thiel es un intelectual disruptivo y un filósofo político de alta escuela que se disfraza detrás de la personalidad de un inversionista arriesgado. Por lo mismo, es muy posible que su influencia en el trumpismo pueda ser más duradera que la de Musk. Su cercanía a grupos de derecha extrema es conocida y su biógrafo las ha descrito con lujo de detalles.
Uno de estos grupos es el que se hace llamar movimiento reaccionario, que hasta abreviación tiene: NRx. Si alguna doctrina se encuentra detrás de este grupo es la llamada Ilustración Oscura, y si tiene un gurú este es el extravagante pensador británico, Nick Land.
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