La libertad es una causa habitualmente abanderada por disidentes solitarios en contra de mayorías despóticas. Mi padre –un liberal– me contaba de niño que Oscar Wilde siempre dudaba de sí mismo cuando la mayoría le daba la razón. Wilde terminó en las cárceles morales de la era victoriana por defender su libertad ante las convenciones. Luego descubrí las
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