¿Cómo el régimen podría robarse las elecciones?
El desconocimiento de la derrota y el fin de la democracia en seis pasos.
Apreciables suscriptores: Disidencia se complace en publicar en exclusiva a Óscar Constantino, uno de los jóvenes constitucionalistas más mordaces. Escribirá habitualmente sobre asuntos de la Corte, la Constitución, la ley y la República. Lo podrán leer en Plumas Invitadas.
Suponga usted que Xóchitl Gálvez gana las elecciones con una ventaja de uno por ciento y el presidente López Obrador desconoce los resultados. Así es como el régimen obradorista confeccionaría un robo electoral:
Paso 1. Preparando el camino.
Los operadores del régimen primero señalarían que el gasto de campaña excede en un cinco por ciento el monto total autorizado –por poner una cifra– y que ese financiamiento viene del extranjero, que con ese dinero se han comprado bots y cuentas falsas para promover a Xóchitl y atacar al presidente. De hecho, Mario Delgado ya comenzó a sugerir una conspiración que “invierte un millón de dólares semanales para colocar hashtags que afectan a la 4T y crean tendencia por supuesta relación con el narco”. El salto acrobático morenista requiere una maroma más para hilar el “ataque al presidente” con “la campaña de Xóchitl”.
Paso 2. Durante la jornada electoral.
Aprovechando a ese grupo de preclaros patriotas conocido como “servidores de la nación” y el apoyo del INE de la señora Taddei, los obradoristas infiltrarían las mesas de casilla para cometer conductas que las anularían. Por ejemplo: podrían instalar casillas en lugares distintos a los señalados por el Consejo Distrital sin causa justificada; entregar al Consejo Distrital paquetes que contengan los expedientes electorales fuera de los plazos señalados por ley; realizar el escrutinio y cómputo en ubicaciones diferentes a las determinadas por el Consejo respectivo; recibir la votación en fecha distinta a la señalada para la celebración de la elección; recibir la votación de personas u órganos distintos a los facultados por la ley; computar los votos con dolo, de manera determinante para el resultado de la votación; permitir a ciudadanos sufragar sin credencial para votar o cuyo nombre no aparezca en la lista nominal de electores; impedir el acceso de los representantes de los partidos políticos e expulsarlos sin causa justificada; ejercer violencia física o presión sobre los miembros de la mesa directiva de casilla o sobre los electores; impedir el voto a algunos ciudadanos; y, en general, causar irregularidades graves no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo de manera que se ponga en duda la certeza de la votación y esa duda sea determinante para el resultado de la misma. El chiste es lograr que las irregularidades se acrediten en al menos veinticinco por ciento de las casillas instaladas en el territorio nacional y no se hayan corregido durante el recuento de votos.
Paso 3. López Obrador desconoce la elección y exhorta al INE a anularla.
A pesar de todas las impudicias operadas por el régimen, Xóchitl le gana a Sheinbaum por una diferencia de uno por ciento. El presidente culpa a la oposición del cochinero, acusa a Xóchitl de excederse en el gasto de campaña, de adquirir cobertura informativa ilegalmente y de utilizar recursos de procedencia ilícita. Acto seguido, desempolva la ley electoral: si la diferencia de la votación obtenida entre el primero y el segundo lugar es menor al cinco por ciento, se presume que esas violaciones son determinantes para anular la elección, por lo que pide a la señora Taddei que actúe en consecuencia.
Paso 4. Cámara húngara en el INE.
Las presiones a los consejeros disidentes son asfixiantes. Ante la falta de una Ernestina Godoy, corresponde a la Fiscalía General armar carpetas para que alguno doble las manos. La señora Taddei propone que se declaren irregularidades graves en la elección. El representante de Morena ante el INE anuncia que la coalición oficialista presentará juicio de inconformidad, pidiendo la nulidad de la elección presidencial, así como de la elección general. El asunto pasa a la Sala Superior del Tribunal Electoral.
Paso 5. El tribunal de Xóchitl K.
En una votación dividida, tres a dos, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación considera que están acreditadas causales de nulidad en veinticinco por ciento de las casillas instaladas en el territorio nacional. También estima que está acreditado que la coalición opositora excedió el gasto de campaña autorizado en un cinco por ciento, que adquirió cobertura y tiempos en radio y televisión fuera de los supuestos previstos en la ley, así como el uso de recursos de procedencia ilícita en las campañas. Como la diferencia entre la votación obtenida entre el primero y el segundo lugar fue menor al cinco por ciento, se declara la nulidad de las elecciones.
Se convoca a una elección extraordinaria en la que no podrán participar las personas sancionadas, entre las que destaca Xóchitl Gálvez.
Paso 6. Xóchitl acude a la OEA, Biden calla y el régimen consagra el golpe.
La candidata opositora, ahora inhabilitada, se entrevista con el Secretario General de la OEA, Luis Almagro. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, solicita la activación de la Carta Democrática para el caso mexicano. En su conferencia mañanera, López declara que no le importa lo que la OEA diga, que está dispuesto a separar a México de la organización, que la soberanía del pueblo es primero. Joe Biden, a cinco meses de su reelección, no dice nada por miedo a que el régimen mexicano le abra la llave en la frontera. López Obrador presenta una iniciativa constitucional para que se mantenga en el cargo hasta que haya elecciones extraordinarias.
Lamentablemente para México coincido con tu invitado en que esto pasara. Lo único que puede evitarlo, quiza, es un ejército ciudadano que cuide de principio a fin cada paso de esta elección.
Interesante escenario, corresponde la prevención para evitarlo, capacitando observadores y ejerciendo suficiente presión ciudadana. Un gusto leer su pluma invitada Sr. Majluf!