¿Adónde va Movimiento Ciudadano?
En el nuevo mapa político mexicano, el naranja es el único partido real junto a Morena que queda, por lo que es crucial diseccionarlo. Escribe Raudel Ávila en su columna dominical.
La autodestrucción o suicidio por incompetencia del PRIAN a lo largo del sexenio que termina, ha dejado el camino libre para que sobrevivan dos partidos reales en el escenario político mexicano: Morena y Movimiento Ciudadano.
Emparentados por una vieja alianza que se rompió, como en todo pleito de familia los resentimientos entre estas dos agrupaciones son graves, duraderos y reales. No obstante, numerosos analistas mantienen importantísimas reservas sobre la definición política de MC. ¿Es realmente un partido de oposición? ¿Qué sucedió en verdad con el senador Barreda de Campeche durante la ignominiosa votación de la Reforma Judicial? ¿Cuál es el juego de Dante Delgado, originalmente un echeverrista de filiaciones y simpatías ideológicas similares a las de López Obrador?
Mientras esto no se esclarezca cabalmente, y parece que no hay ningún interés en hacerlo, las dudas sobre MC prevalecerán en la cabeza de muchos observadores del sistema político mexicano.
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